sábado, 2 de enero de 2010

·Siempre·


Mis lágrimas sueñan con lo que te dirían,
palabras traidoras por el tiempo de la fantasía,
que esgrimen golpes en el pecho
y tristeza en el momento del despecho.

No quiero tener todo el tiempo del mundo
para quererte sin quererte con un nudo,
que ahogue la congoja del segundo que dura mi vida.

No quiero tomarme en serio mis sueños
ni tener que despertar en el sabor de tus labios.

No quiero ser extranjero en estos vaivenes,
quiero conquistar tu isla desierta,
y no tener q salir corriendo detrás de los finales
por decir la palabra que mis miedos despierta.

No quiero hundirme en el color de tus ojos,
vivir rozando tu espalda con la mía,
ni que el camino de los instintos sea el olor de estar solos
y que mi descuido llegue a tomar mi corazón en serio.

Estoy cansado de ser tan liviano,
de ser tanto años caballero de “caricias”
y poeta de camisas y maletas sin ira,
e ir al infierno a librar las lágrimas de mis manos.

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