¡Soñé!
Y había algo más que silencio, miradas que se cruzan o situaciones
incómodas.
¡Soñé!
Y era tan real. El brillo de sus ojos, el tono de sus palabras,
el perfume que me encoge el estómago, el calor que desprende su cuerpo
y alguna risa que todavía le conseguía sacar.
¡Soñé!
Y lo mejor del sueño es que...hablábamos,reíamos, nos mirabamos....
aún, existían palabras tras un silencio que duraba meses.
Y lo mejor es que de nuevo,
nos mirabamos con una sonrisa
en las pupilas.
Pero,
es un sueño.
Y los sueños, sueños son.
ResponderEliminarDichosos sueños que alguna que otras veces nos descubren o redescubren emociones que ni conocíamos.
ResponderEliminar¿Será el último intento de nuestra alma de encaminarnos hacia el camino correcto?
Como cuenta Cortázar en uno de sus libros:
"Pensar era inútil, como desesperarse por recordar un sueño del que sólo se alcanzan las últimas hilachas al abrir los ojos; pensar era quizá destruir la tela todavía suspendida en algo como el reverso de la sensación, su latencia acaso repetible".
Tal vez, por esta razón, son tan mágicos los sueñso.
Saludos