sábado, 8 de mayo de 2010

· Casiopea · Fragmento más outro


[...]

Se olvidó moldear las maneras de su vida,
inundó la cima de gritos en silencios,
pero de repente, despertó de sus heridas
en risas de días calurosos donde se creció.

Dio un giro a los recuerdos de aquella voz,
tendió al sol las fotografías de aquel amor,
regaló vacaciones a su cuerpo ausente
y rescató las relaciones con la gente.



Fragmento del poema Casiopea




[pobre diablo, se cree un dios entre los dioses, y tan sólo es otro potro en el establo dando coces]

2 comentarios:

  1. Y, me imagino, que esa persona eres tú.
    Y, me imagino, que es por una chica.
    Y te diré cuan fascinante me resulta la naturaleza humana en ese aspecto:
    cuando les queremos, cuando ellos no nos quieren.
    Y es normal que si algo nos hace daño, lo lógico es alejarse de ello, ¿no?
    Pero a veces no se puede... A veces Txé, no se quiere. A veces preferimos soportar como el metal de esas cadenas nos quema las muñecas a liberarnos de ellas.

    Y lo peor de todo, es que nadie más que nosotros tenemos las llaves.

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  2. Y cuando el diablo no tiene que hacer, con el rabo mata moscas

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