miércoles, 9 de junio de 2010

·El peso del silencio·


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Somos lo que somos

y enmudecemos por saberlo.


Por sentirlo en el desafecto,

en los vacíos del resto,

en los estos y aquellos.


Ojeamos con otros ojos

a la antítesis de nuestros defectos,

la falta de afecto a nuestro reflejo,

a los gritos en lágrimas por lo muertos

en nombre de más libertad y menos sufrimiento.


Somos el hoy del presente pasado,

un recuerdo de la memoria,

el relato de una falsa victoria

y la historia enterrada de nuestros hermanos.


Somos los lunares del paredón,

el moratón de la patada en la puerta,

el frío férreo de la soledad muerta,

y el peso del silencio sin honor.


Somos lo que somos

y enmudecemos por saberlo,

pero aún grita más allá del olmo

nuestro pasado en el trinar de los merlos.


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