jueves, 16 de junio de 2011

· Hasta mi derrota ·


·


Me levanto cuando el sol me escupe derrotas,
los deseos corren respirando por mis venas,
se me derrama el café frío por mis botas
y ya no eres de mis noches ni yo de tus cadenas.

Me grita una voz en gemidos desde la cama,
las sábanas huelen al sonido de tus piernas,
se me parte la bragueta con tu espalda
y nos colgamos del tallo de una azucena.

Caladas de otros labios, cigarrito y deseo,
te brota sexo desde la primavera del pelo,
caigo en un bar cada noche como un trofeo
y borracho bailo con las farolas como un ciego.

Te esnifo caliente hasta mi derrota,

mi boca se corre toda tu acera,
me consumes en sábanas como una droga
y de madrugada vivo la resaca desde tus caderas.


·

1 comentario:

  1. Y así es cuando al fin podemos decir que follar no es lo mismo que hacer el amor.

    ResponderEliminar