miércoles, 2 de noviembre de 2011

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Es absurdo intentarlo. No descarto que sea absurdo el proceso mental de planteárselo, pero si el hecho de llevarlo a cabo. Completamente absurda la idea de que algo, sea de carácter general o específico, puede ir a mejor.

Ya solo el hecho de llevarlo a cabo, conlleva un esfuerzo y trabajo físico, mental, psicológico, emocional y de otras tantos aspectos sociológicos del ser humano demasiado costosos. Por muchas ganas que pongas, esperanzas, ilusión, dedicación, detalles, sentimientos, cariño, perfección, organización; sirve de muy poco o nada. Por experiencia propia (obvio,no escribe este texto mi madre o la hermana de la vecina), y también experiencias de gente que conozco, nunca se consigue un resultado optimista o del que se puedan sacar unas conclusiones positivas.

¿Qué hacer? En mi opinión, hacer cada uno lo que os salga de los cojones, pero yo por lo menos no. Me cansa mucho ,no ; ¡muchísimo! todo esa retahila de esfuerzos ya mencionados. Solo me llevan a una completa y profunda frustación, seguido de enfado con más frustación y por último tristeza, con más frustración. Sé que esto es el día a día, y así es la vida y bla bla bla. No nací ayer.

No espero que se aprenda nada de esta reflexión, me apetecía y punto.

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2 comentarios:

  1. Las reflexiones invitan a pensar... gracias por compartirla!
    un beso

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  2. Al final, lo que tenga que ser será, creeme...

    Por cierto soy Pérfida.
    Un saludo coleguita.

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