Siento una náusea del alma que me impide poder razonar con
el ventriculo y sentir razonando las pequeñas cosas que hacen
grande los días o las noches. Una mentira velada a trompicones
nocturnos, me quita el sueño una y otra vez, invadiendo mis
conversaciones con Miss Viscolatex, creándome días de más
de 24 horas completas. Y los días van pesando como pasando
a través de la pantalla,de la imagen que se corre por mi ventana,
con niños gritando, gente conduciendo, pájaros cantando y yonkies
asociales buscando papelinas emocinales que les mantengan a la deriva
en esta mentira de la vida.
Apago a el ordenador, voy a colocarme con una de estas.
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