lunes, 11 de marzo de 2013

· El sabor de un beso ·



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Me pides, nena preciosa, 
que te describa, de un beso, 
el sabor, y que haga de eso 
una poesía hermosa. 

¿Acaso tú crees mimosa, 

que eso es tan fácil de hacer? 
Y cómo darte a entender 
de un beso todo el sabor 
si tú no sabes qué es amor 
si tú aun no eres mujer. 

No pudiendo describir 

el inmortal Campoamor 
de un beso todo el sabor, 
tan bien que el supo escribir, 
¿cómo te voy yo a decir 
de un beso la dulce esencia? 

Espera a que en tu existencia 

nazca amor sin contrapeso 
y todo el sabor de un beso 
lo sabrás por experiencia. 

Ya sé yo que esta verdad 

no te deja satisfecha 
y en curiosidad deshecha 
tú quieres más claridad. 

Transijo en tu terquedad 

por lo bonita que eres 
y puesto que tú lo quieres 
algo te habré de decir, 
ya que en eso de conseguir 
siempre ganáis las mujeres. 

¿Cómo pintarte el momento 

en que, entornando los ojos, 
entre vuestros labios rojos 
se confunde nuestro aliento? 

¡Qué grandioso sentimiento 

encierra el momento aquél! 
El sabor de aquella miel 
que se liba en vuestra boca 
el pensamiento lo evoca 
mas no lo pinta el pincel. 

Cual volar de mariposa 

desde el céfiro al arrullo, 
el beso, por su murmullo 
en los labios de una hermosa, 
es la esencia más sabrosa
que encierra en su fondo, amor. 

De aquel jugo no hay licor, 

si comparártelo quieren, 
ni aunque a probar te lo dieren, 
en el cáliz de una flor. 

Una boca sobre otra boca 

produce un leve sonido, 
y va en el beso un fluido 
que al alma la vuelve loca. 

Después su sabor provoca 

un deleite embriagador, 
y ha dejado tal dulzor 
al pasar por nuestros labios 
que hace olvidar los agravios 
si los hay, en el amor. 

Al besar la primera vez 

sentirás, niña hechicera, 
en toda tu alma entera 
la más grata embriaguez. 

Y te advierto que el besar 

es vicio mal de corregir, 
pues es tan grato el latir 
de alma nuestra al besar, 
que ya, después de empezar, 
es forzoso reincidir. 

Porque es el néctar del amor, 

porque es consuelo al pensar, 
porque es bálsamo al dolor. 
esta es la razón de ser.

No te podrás convencer 

de esta verdad inmortal 
si en tus labios de coral 
no dan un beso, mujer. 

Yo te puedo asegurar 

que la impresión que sentí 
cuando el primer beso di 
jamás la pude olvidar. 

Fue un continuo delirar 

ebrio de tanto embeleso, 
fue tan dulce aquel exceso 
tan grato almíbar probé, 
que desde entonces bien sé 
el sabor que tiene un beso. 

Ni más te puedo decir 

ni más te puedo explicar, 
aquel sabor, sin besar, 
no lo podrás concebir. 

No se puede describir

el sabor de un beso en pos 
ya verás cuando los dos, 
él y tú, os lleguéis a amar,
como el sabor de besar 
es lo mejor que hizo Dios.


Domingo Mulà i García



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