viernes, 21 de enero de 2011

· Si tú ·


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En la penumbra de esta noche divina y prieta,
sobre la tundra que puebla mi alma siempre despierta,
se oye un lamento como preludio de las horas muertas,
horas que pasan con la agonía de una muerte lenta.


Javier Limón y Concha Buika- Oro Santo

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