viernes, 31 de mayo de 2013

· En un banco del parque ·


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Medio día en un banco del parque. No llevo despierto más de unas tres horas y ya llevo un peso tremendo sobre mi espalda. Llevo los bolsillos de mi cabeza llenos de esfuerzos, presión, dudas,
miedos y sueños, que se tornan por segundos interminables a actos en vano. 

La ansiedad se hace más presente, puede porque ya con la edad me voy percatando más de los problemas continuos de hacerse mayor, o porque soy un permanente peón que cae y cae, sin aprender a ver los movimientos adversos de la vida. A veces pienso que tanto de lo que hago, puede que no llegue a nada, pero ¿que tipo de nada? La nada de ver un enorme espacio sin fondo, luz y color, aguantar el hilo del peso férreo de las lágrimas que intentan escapar de mis ojos, digerir una bola que se hace incomestible en la garganta y acabar estando igual que al principio,sin alcanzar nada. 

Muchas veces me planteo que el mayor culpable de todos soy yo, que me he dejado guiar muchas veces por las "reglas" de mis emociones, más que por las de la razón, por lo que me veo en el mismo sitio cada equis tiempo, sin avanzar, como dando vueltas en círculos mientras que todo y todos los que están a mi alrededor estuvieran en su línea recta. 

No me considero completamente...completo, por llamarlo de alguna manera, ya que sentado en este banco del parque, me miro reflejado en los charcos; y no veo a nada ni a nadie que haya conseguido algo con lo que poder alcanzar esos sueños. 

En fin,ya es hora de volver a lo mismo. 

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martes, 28 de mayo de 2013

· Tormento ·



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La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.— Friedrich Nietzsche. 


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lunes, 20 de mayo de 2013

· Lunes desconocido ·




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Se abre vereda el sol,
es lunes en mi ventana. 

El gesto se ha sobresaltado mudo,
y el frescor de la piel es extranjero.

La foto sin marco no es de ninguno
y el ayuno de la risa  no es de tu agujero.

Que desconocido este peso,
este tempo diáfano de tu pecho.

Esta carencia de tu exceso
que me quiebra la pluma,
que me deja desecho. 

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miércoles, 15 de mayo de 2013

· Soledades ·




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[...] ...después de la alegría,
después de la plenitud,
después del amor,
viene la soledadya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo

sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo

los datos objetivos son como sigue

hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola

si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad

conforme
pero
que vendrá después
de la soledad

a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.


Mario Benedetti

viernes, 10 de mayo de 2013


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El amor es la muerte del deber. 


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miércoles, 8 de mayo de 2013

· Mi gozo en un pozo ·



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La sequía del gozo, 
que llena el atúd del tiempo,
va lento dembocando
hacia el final del pozo,
donde no hay luz ni viento.



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domingo, 5 de mayo de 2013

· El futuro es espacio ·




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EL futuro es espacio,
espacio color de tierra,
color de nube,
color de agua, de aire,
espacio negro para muchos sueños,
espacio blanco para toda la nieve,
para toda la música.

Atrás quedó el amor desesperado
que no tenía sitio para un beso,
hay lugar para todos en el bosque,
en la calle, en la casa,
hay sitio subterráneo y submarino,
qué placer es hallar por fin,
subiendo
un planeta vacío,
grandes estrellas claras como el vodka
tan transparentes y deshabitadas,
y allí llegar con el primer teléfono
para que hablen más tarde tantos hombres
de sus enfermedades.

Lo importante es apenas divisarse,
gritar desde una dura cordillera
y ver en la otra punta
los pies de una mujer recién llegada.

Adelante, salgamos
del río sofocante
en que con otros peces navegamos
desde el alba a la noche migratoria
y ahora en este espacio descubierto
volemos a la pura soledad.



Pablo Neruda



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