jueves, 10 de febrero de 2011

· Hervor ·


·


En un punto solitario entre la agonía y duda sobre el mañana, pasan de una manera inmadura y maleducada, sucesos, personas, hechos, gestos y valores.

¿Valores, gestos? Pero por qué hablamos de los elementos que dan virtud al ser humano, si somos tan “humanos”que no nos respetamos, no nos salvamos ni nos queremos. ¡Qué sí, qué lo sé! He hecho oratoria de lo mismo varias veces, pero cada vez más veces, me incomoda y siento hastío por esta sociedad.

Ya no hay maneras con sonrisas, tartamudeo de la mano, enemigos de cuando eras niño, escritos con el corazón, charlas de café y sinceridad de miradas. Un paréntesis a un nuevo “rollo”, una “nueva manera” de hacer las cosas; y si no te gusta “coges las cosas y pírate”. ¿Perdona? La llama o el hervor de las personas está contaminado, yo suelo decir que tiene cáncer.

La gente que solo ve en sí misma el monólogo de la vida totalitaria de los que les rodean, que no hay nada más a la vista que un solo modus, corpus o las jergas que quieran ponerle. Das por quien te hace daño, haces para que te pisen, te mueves por quien te abandona, te esfuerzas por quien te muerde. Acaban agotándote por dentro, pero ellos mismos también, aunque no lo saben.

Yo de tanto pensar, me dicen de manera cómica “el tornillo”, de darle tantas vueltas a las cosas. Pero ya me cansé… ¡sí, me cansé! Solo me queda decir, ¡que os follen! A mi no me van apagar mi llama, a mi no se me irán las ganas de dar por quien lo merece, a mi no se me van las ganas de vivir y de sonreír, a mi…simplemente no.

Nunca se dicen las cosas como uno quisiera y yo lo acabo de hacer. Desordenado, mal, caótico y sin gritar lo que grito.


·

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. A veces, mientras cursas ese camino de lo que eres, y de lo que significa ser fiel a ti mismo, te cruzas con el manotazo de la falta de tacto. De la falta de sensibilidad como enfermedad degenerativa que inevitablemente conduce al ostracismo a todo aquel que lo padece. Pero lejos de contagiarte, se convierte en un nuevo motivo para continuar.

    Aquí te dejo algo que escribí. Espero que te guste.



    Un trocito.


    Gente caminando que se cruza.

    Labios que articulan su verdad.

    Oídos que perdieron su valía,
    mientras las voces resguardadas del frío,
    esperan un sol que desespera fuera.

    Individuos unicelulares,
    indivisibles,
    imperceptibles,
    inapacibles.

    Asustados por un miedo
    que les impide ofrecerse,
    les impide darse.

    Les impide dividirse y dar un poquito más,
    un trocito de sí.

    Ese poquito más que te hace sentir vivo.

    Ese poquito de ti que no pierdes,
    sino que ganas al multiplicarse en el otro.

    Y, que al crecer,
    se convierte en la risa,
    en la música
    y en la boca por besar.




    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias, a mi también me gusta mucho como escribes.

    ¿Qué cuánto tiempo llevo escribiendo? bueno, me imagino que como tú, de alguna manera desde siempre, aunque no escribiera.

    Por cierto, a mi me han llamado "el profundo". Ya ves.

    ResponderEliminar
  4. Por cierto, a parte de "Compulsiones", el blog de Pedro Salvador, por el cual conocí el tuyo.

    Te recomiendo "entre putos suspensivos"
    http://escandar-algeet.blogspot.com/

    Te gustará.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Dar y Recibir van siempre de la mano.

    ResponderEliminar
  6. Hay veces en los que el mundo decepciona, otros en los que lo odio, y hay momentos, en los que me parece ver cierta esperanza... porque TODOS Y TODAS llevamos esa pequeña llama en nuestro interior que nos hace ser más compresivos, más luchadores (por muchos reveses que nos den), en fin, mucho más empáticos con los que nos rodean (que al fin y al cabo terminan por definir parte de lo que somos, aunque no queramos reconocerlo). Pero esa llama, en ocasiones, mengua, y otras, tristemente, se apaga. Pero hay que estar ahí para avivar aquéllas que lo necesiten y, para encontrar un poco de calor si nos hace falta.

    Pero entiendo tu grito, muchas veces siento algo parecido.

    Besos!!!

    ResponderEliminar