martes, 25 de octubre de 2011

· El peso del silencio ·


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Somos lo que somos
y enmudecemos por saberlo.

Por sentirlo en el desafecto,
en los vacíos del resto,
en los estos y aquellos.

Ojeamos con otros ojos,
a la antítesis de nuestros defectos,
la falta de afecto a nuestro reflejo,
a los gritos en lágrimas por los muertos
en nombre de más libertad y menos sufrimiento.

Somos el hoy del presente pasado,
un recuerdo de la memoria,
el relato de una falsa victoria
y la historia enterrada de nuestros hermanos.

Somos los lunares del paredón,
el moratón de la patada en al puerta,
el frío férreo de la libertad presa
y el peso del silencio sin honor.

Somos lo que somos
y enmudecemos por saberlo,
pero aún grita más allá del olmo
nuestro pasado en el trinar de los merlos.

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