lunes, 7 de noviembre de 2011

· Lacra ·



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¿En qué punto de lo real se difieren por caminos distintos la percepción de la realidad y el puro desfogue de las emociones?

Conozco de mi muchas caras de mi ser y otras me son completamente desconocidas, pero conozco mi corazón y mi yo en las emociones…¿seguro? .Éstos caminan por una rígida pero fina cuerda ,que siempre está en peligro de romperse y hundirme. En otras ocasiones, es como un caballo desbocado, que cabalga sin amo, y unas veces es manso y cariñoso; y otras de una libertad violenta.

Hablemos claramente. Defectos. No soy de las personas que habla siempre de las buenas cosas que tiene, es más siempre tengo mis lacras presentes. En este caso, hay uno que últimamente me trepana la cabeza, me acribilla el ánimo y la alegría, encharcándome la mirada por el agobio de ver que dando lo mejor de mi, no son como debieran.

He llegado a un punto de “suicidio” emocional. Ando en una cruzada con la familia, mis amigos, la gente que quiero y conmigo mismo; y esa la más grande de todas. No puedo olvidar lo obvio, todo tiene un origen, un principio, una chispa por este ahora. Y llego a sentir que soy mi mayor defecto.

Sentir, ver, percatar, notar que a la persona que quieres ya no se la ve feliz, no hay brillo en sus ojos, hay más ausencia de sus palabras, de sus ganas, de sus bromas, de ilusión, de hormigueo y mariposas; y de ti mismo. Haces y deshaces para mejorar ese contexto, pero no consigues nada. De ahí toda esta retahíla que he comenzado.

Necesito poder estar como antes y no puedo no preocuparme, pasar de ello cuando esa persona es la más importante ahora en mi vida y necesito que cuando la mire a los ojos, vuelva a ver que somos uno completo.

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