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No somos tres mujeres que bailemos
para que tu certeza nos condene
a un olvido dorado¿Te parece
que es un sueño mirar cosas hermosas
tan complacientes y únicas, que esconden
la acertada belleza? Ya las gracias
se alisaron las ropas, mientras vemos
nuestros cuerpos flexibles, reflejados
en tus ojos. ¿No ves que sin nosotras
no tendrías guía y creerías
que la belleza existe? Sólo hay
instantes placenteros, vidas sueltas
sobre este musgo corto. ¿Cómo harías
para hablar del dolor sin despedirte
del áspero temblor de nuestras voces
y del deseo que esta exhibición
te ofrece? Cuando ya no quieras morir,
escucharás otros que te llamen
y rompan tu gratuita supresión. Nunca formas
tan celosas y antiguas como esta
voluntad suprimida que resume
en cada cuerpo todo y nada deja
de nuestras tres sonrisas transparentes.
Silvio Mattoni 1969
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