· El grito estridente del interior calla desapercibido, se traga su orgullo, su sonido atronador, cuelga sus lágrimas en un estallido y se ata un nudo alrededor del corazón.
Sueña insomne en gritar, en ponerse nombre lejos de la prisa, pero siempre enmudece su sonrisa, sin saber con sus palabras volar. ·
A veces gritamos más con un silencio que con cualquier palabra. A veces las palabras se nos quedan mudas.
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Sí, tengo Fb.
¡Agregado! :-)
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