domingo, 31 de marzo de 2013

· Cuerdas y bocas ·



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El gris drama de nubes,
tender la vista en la ventana,
ver pasar de domingo a lunes,
los vuelos de los sueños y sus ganas.

Una duda perdida en el pensamiento,
un momento para lanzar el abismo
al ismo de tu cuerpo,
que ya no es el mismo,
al ritmo de las cuerdas y bocas,
que nos separaron del camino.


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miércoles, 27 de marzo de 2013

· Yo.. ·


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Yo no vivo, yo ardo,
yo no lloro, yo lluevo, 
yo no escribo,yo destilo.

Y así todo todo el tiempo.


 María José Martín de la Hoz


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domingo, 24 de marzo de 2013

· Tiempo ·



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Mi historia es canalla,
mi voz es austera
y de mis calles que se han hecho guerras,
las lágrimas son los bares que me cierran.

Como la rosa,
se acaba por marchitar.

Uno por uno fenecen los pétalos que marcan
mis emociones ,ocultas
bajo el respaldo de mi alma.

Me los he matado
a través de mi miedo,
concluyendo aquello
que realizar no puedo.

Me mira vacilante la alegría,
palpitante desde el banco de mis ojos,
esperando a que te lleve otra rosa fría,
y no suicide más mi soneto cojo
ni estrangule mis besos en sol sostenido.

Desangrada me toca la sonrisa,
pero no digo nada, me callo,
escucho el silencio de mis fantasías
y me quedo sordo de no decir
lo que sienten mis esquinas.

Espero en mi tiempo justo,
que roces mi mano,
me mires con cariño,
alquiles mis labios
y abras mi escudo,
que lleva al camino de mis abrazos.



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jueves, 21 de marzo de 2013

· 25 ·


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Bienvenidos 25 años, espero que pasemos un muy buen año,
lleno de felicidad, poesía y buenos momentos.


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martes, 19 de marzo de 2013

· Avispero ·



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Por cierto, ¡buenos días corazón!,
murmura con olor a tu piel el sol,
esnifo tus besos de madrugada
y te desayuno colgaditos de un girasol.

Esa desazón a la ausencia de tu agujero,
quiero seguir ajeno a las despedidas,
enganchado a tu vida bajo mi avispero,
disfrutando del desenfreno en tus adentros.

Dentro, muy adentro,
entro desde el centro de tus caderas
y las estrellas estallan de envidia.

Su desidia por no probar tus aceras,
lo inmediato de mi boca, lo cerca de tus piernas,
volando en picado para estar en ti,
¡sí, sí! (te) grita el orgasmo del amor dentro de mi.

¡Camina, y me lengua camina!,
por cada uno de tus portales,
y en tu calle se alquila mi adrenalina,
en tu boca se curan mis heridas y mis mitades



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domingo, 17 de marzo de 2013

· Amor oculto ·



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Ya de mi amor la confesión sincera
Oyeron tus calladas celosías,
Y fue testigo de las ansias mías
La luna, de los tristes compañera.
Tu nombre dice el ave placentera
A quien visito yo todos los días,
Y alegran mis soñadas alegrías
El valle, el monte, la comarca entera.
Sólo tú mi secreto no conoces,
Por más que el alma con latido ardiente,
Sin yo quererlo, te lo diga a voces;
Y acaso has de ignorarlo eternamente,
Como las ondas de la mar veloces
La ofrenda ignoran que les da la fuente.

Manuel del Palacio
(1831-1906)


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sábado, 16 de marzo de 2013

· Los ojos de la libélula ·



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Bate sus alas a velocidad de vértigo. Sus ojos buscan en el último momento el mínimo resquicio para colarse revoloteando. La fuerza de su corazón deja una estela dulzona en el aire preñando de alegrías los campos. Da vueltas, vueltas y vueltas, chiflado, embravecido, envalentonado. Y de pronto cae. Juan cae entre las caricias de los trigales riendo, escapándosele los pies por la boca.
La fragancia del campo eriza cada poro de la piel, el pulso acelerado de su vuelo, renueva su deseo de ver el mundo más allá del ser. El silencio se hace eco en sus manos, sus manos contienen todo el espacio y empieza a sentirse pequeño. Un espíritu dinámico de presencia inadvertida le lleva a la inmensidad de todo lo que le rodea y con fuerza empieza a aletear sus alas para mirar a los ojos al destino.
Juan es un gigante entre las altas espigas y tiene que agazaparse para no asustarse las alas. Zumban como un escuadrón de aviones antiguos y chirriosos a su alrededor. Y corre agachado mordiendo el aire y entorna los ojos para ver, para ver a través de los ojos de la libélula.
Observa con grandes orbes como corre la vida, como el sublime ritmo de las mentiras y las envidias, hunde las murallas del hombre. Los caminos en el aire los han asfaltado, a las flores les han cortado el rubor, las nubes tienen hambre de vida y Juan continúa con su viaje. Busca la libertad de las alambradas, la cima del paraíso con su aleteo, la luz de las aureolas vigías y el olor de un beso caliente antes de que le corte las alas la muerte.



De Carlos B.T. y txè!


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lunes, 11 de marzo de 2013

· El sabor de un beso ·



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Me pides, nena preciosa, 
que te describa, de un beso, 
el sabor, y que haga de eso 
una poesía hermosa. 

¿Acaso tú crees mimosa, 

que eso es tan fácil de hacer? 
Y cómo darte a entender 
de un beso todo el sabor 
si tú no sabes qué es amor 
si tú aun no eres mujer. 

No pudiendo describir 

el inmortal Campoamor 
de un beso todo el sabor, 
tan bien que el supo escribir, 
¿cómo te voy yo a decir 
de un beso la dulce esencia? 

Espera a que en tu existencia 

nazca amor sin contrapeso 
y todo el sabor de un beso 
lo sabrás por experiencia. 

Ya sé yo que esta verdad 

no te deja satisfecha 
y en curiosidad deshecha 
tú quieres más claridad. 

Transijo en tu terquedad 

por lo bonita que eres 
y puesto que tú lo quieres 
algo te habré de decir, 
ya que en eso de conseguir 
siempre ganáis las mujeres. 

¿Cómo pintarte el momento 

en que, entornando los ojos, 
entre vuestros labios rojos 
se confunde nuestro aliento? 

¡Qué grandioso sentimiento 

encierra el momento aquél! 
El sabor de aquella miel 
que se liba en vuestra boca 
el pensamiento lo evoca 
mas no lo pinta el pincel. 

Cual volar de mariposa 

desde el céfiro al arrullo, 
el beso, por su murmullo 
en los labios de una hermosa, 
es la esencia más sabrosa
que encierra en su fondo, amor. 

De aquel jugo no hay licor, 

si comparártelo quieren, 
ni aunque a probar te lo dieren, 
en el cáliz de una flor. 

Una boca sobre otra boca 

produce un leve sonido, 
y va en el beso un fluido 
que al alma la vuelve loca. 

Después su sabor provoca 

un deleite embriagador, 
y ha dejado tal dulzor 
al pasar por nuestros labios 
que hace olvidar los agravios 
si los hay, en el amor. 

Al besar la primera vez 

sentirás, niña hechicera, 
en toda tu alma entera 
la más grata embriaguez. 

Y te advierto que el besar 

es vicio mal de corregir, 
pues es tan grato el latir 
de alma nuestra al besar, 
que ya, después de empezar, 
es forzoso reincidir. 

Porque es el néctar del amor, 

porque es consuelo al pensar, 
porque es bálsamo al dolor. 
esta es la razón de ser.

No te podrás convencer 

de esta verdad inmortal 
si en tus labios de coral 
no dan un beso, mujer. 

Yo te puedo asegurar 

que la impresión que sentí 
cuando el primer beso di 
jamás la pude olvidar. 

Fue un continuo delirar 

ebrio de tanto embeleso, 
fue tan dulce aquel exceso 
tan grato almíbar probé, 
que desde entonces bien sé 
el sabor que tiene un beso. 

Ni más te puedo decir 

ni más te puedo explicar, 
aquel sabor, sin besar, 
no lo podrás concebir. 

No se puede describir

el sabor de un beso en pos 
ya verás cuando los dos, 
él y tú, os lleguéis a amar,
como el sabor de besar 
es lo mejor que hizo Dios.


Domingo Mulà i García



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lunes, 4 de marzo de 2013

· En vela ·


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Y los silencios de las sonrisas,
la musicalidad de los momentos,
la complicidad de los gestos,
dan paso a una agría risa de melancolía
que recorren los sueños en vela.


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