domingo, 31 de enero de 2016

· Querer querernos ·



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Andábamos sin buscarnos,
aunque sabiendo que andábamos para encontrarnos,
y anque no creo en el amor a primera vista
creo en el querer la primera noche,
y te dije que pasaría porque sabía que sabías
que sabía que querías.

Y fueron nubes la que usé de trampolines
y tiburones los que vestí de delfines,
un arco iris de tobogán por
donde me dejé caer hasta aterrizar en un río de Paz.

Los ruidos parecían cantos de ángeles del cielo
y no es que yo haya estado allí
sino es que aquí no suena na'tan bueno.

Sentía un fuego que me acariciaba el alma
y me comenzaban a crecer sonrisas en la barba,
tenía alas, para atravesar
y olía tan bien que hasta las flores querían mi perfume,
crecí tanto que a los planetas los tomé en mis manos
y jugué  con ellos a las letras en segundo plano, claro.

Que a los pocos instantes me encogí,
para poder volar y volar sobre un colibrí, sí,
los árboles cantaban Jazz o tal Blues o quizás Paz.

Tal vez algo más,
caminaba en el mar, podía para el tiempo ,
acelerar, repetir con un simple movimiento,
podía quitarme la vida y nacer de nuevo,
porque el paraíso donde a donde iría no sería tan bueno.

Era perfecto, como si de un cuento se tratase
podía hasta crear un defecto , por si lo perfecto me asustase,
el hecho es que por un instante entre en razón,
y no estaba soñando,
estaba haciéndote el amor.


Fue plenitud lo que sentí, estando dentro de ti,
bailando por adentro de tu cuerpo,
alto tan simple como que yo voy en ti y tú vas en mi,
como dos piezas que encajan perfecto
y aunque seis mil millones de humanos, tú y yo,
somos una especie que murió hace tiempo
sólo queda una hembra y su completo
por eso es tan natural querer querernos.


Y mis labios escalaban tus cordilleras
y unidos más que Pangea,
me acelerabas el miocardio,
cuando las olas que imitaban tus caderas
reventaban en mi abdomen,
llenándome de tu río caldo.


Besaba yo tus pies para estar en tus huellas,
mi lengua rozaba tus piernas y entre ellas,
y como una vil leguyela
peleabas por el derecho a elegir en que posición ver las estrellas.


Podías reír, sudar, gemir, hablar,
para explicarme porque parecía ibas a llorar
y yo tocándote, como quien se estira por la mañana
y hace ruidos de placer al hacer que nada en la cama,
sobran las palabras debería callarme ya,
y hacerte el amor despacio al compás de este humilde Rap
que es para ti, hecho pa'ti, escrito pa'ti, cantado a ti,
y cualquier otro adjetivo que termine en ti, sí.

A través de mis ojos tú te vieras
y en mi cuerpo sintieras lo que me inspiras,
te vieras con sed abrazarte quisieras,
ya esa es la forma como estos ojos te miran.

Iba aterrizando en las nubes de trampolines,
fueron tus sueños los que usé como almohadines
y antes que se termine esta corta canción
olvidaba decirte,
que me encantó hacerte el amor.




Tyron José González Oramas




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