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Y con las lágrimas en los desiertos de tus manos,
me clavaste las pupilas de sangre y miedo,
pasé mi dedo por tu mejilla y mi lado,
y me miraste con temblor en la boca.
El viento suspiró una calma leve,
no se oyó el crujido de los latidos,
el abismo se estrelló suave
en las esquinas del corazón y su ruido.
Y ya no había instante,
el ahora es el antes,
por detrás de todo lo delante.
Te giraste y me dejaste : " ¿Dónde estabas?...Me fui hace tiempo de ti."
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no te vayas.
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