miércoles, 19 de octubre de 2011

· Sinónimos y mejillas ·

·


El tiempo lidiaba entre nubes
y haces de luz, en una tarde de octubre
a la que le habían robado su pena.

En ese lugar no interesaba el tiempo,
no inquietaba el silencio,
no había desazón en el costado,
solo, dos cuerpos de lado a lado.

Èl, tumbado frente a èlla,
la desnudaba con la mirada,
deslizaba sinónimos en sus mejillas,
convertidas en lágrimas de bulería.

Entrelazaban sus piernas con timidez
buscándose en las retinas sin pulso,
èlla envolvía sus manos con su piel
y su corazón tiritaba con los impulsos.

Èl la miraba deseando besar
los 19 lunares de su cara,
anidar en el aroma de su cabello
y brindar por los pecados en su cuello.

Le proponía gritar juntos a los gatos,
plantar abrazos en el jardín,
reírse de las ojeras sin zapatos,
dar saltos dormidos sobre los tejados.

Èl tumbado frente a èlla,
le habló de la guerra de amor
que sentía al verla reír,
y èlla, deslizaba sinónimos en sus mejillas,
convertidas en bulerías.


te quiero mi niña!

·

1 comentario: